Depuración del agua
En la industria química y farmacéutica, desde la producción de disolventes y aditivos industriales hasta los componentes de los productos cosméticos y farmacéuticos, es necesario utilizar equipos adecuados debido a los estrictos límites legales que deben cumplirse.
Estos requisitos se refieren tanto a las aguas primarias, en relación con la composición de las formulaciones y las actividades relacionadas con la producción, como la higiene de los equipos y el aumento o la disminución de las temperaturas, como a las aguas residuales, por ejemplo, la eliminación de los tensioactivos u otros productos químicos en exceso.
Las actividades de producción en este sector pueden generar grandes cantidades de espuma, olores y compuestos orgánicos volátiles (COV); por este motivo, se utilizan plantas para separar y filtrar los elementos biorresistentes.
Las tecnologías de ósmosis inversa o de ultrafiltración, por ejemplo, se utilizan para conseguir altos grados de pureza del flujo de entrada, que a través de membranas presurizadas o con un alto nivel de filtración permiten desmineralizar o potabilizar el agua necesaria para la producción.
Los sistemas de Coind permiten intervenir en caso necesario, antes o después de la fase de producción, con el control y el análisis de las sustancias químicas presentes en el fluido.
Por qué tratar el agua en el sector químico y farmacéutico
Desmineralizar o adecuar el agua primaria para la producción
Depuración de las aguas residuales según los parámetros medioambientales
Normativa del sector
Los parámetros a seguir en materia de aguas residuales en este sector se encuentran en el Decreto Legislativo 152 de 2006 y en la Directiva 2013/39/UE, DO L 226 de 24.8.2013, p. 1.
Las principales plantas de purificación de agua
en los sectores químico y farmacéutico
La planta de tratamiento de lodos, la depuradora de lodos activados, el electrocompostaje de estiércol animal y otras plantas permiten la ósmosis inversa industrial, la ultrafiltración y la desmineralización con resina de intercambio iónico para alcanzar los más altos niveles de pureza del agua.
La desinfección se utiliza cuando es necesario eliminar las impurezas bacterianas y los microcontaminantes del fluido entrante.