Depuración del agua Sector alimentario
En la industria alimentaria, desde la producción de carne y queso hasta la de bebidas, conservas y productos de panadería, los estrictos parámetros medioambientales exigen una gestión escrupulosa del agua que interviene en el proceso de producción.
Las necesidades de depuración se refieren a grandes cantidades de aguas residuales, generadas por la transformación de los productos y la limpieza de los locales del laboratorio, incluida la maquinaria y los vehículos utilizados para transportar los productos acabados.
El tratamiento del agua se refiere en particular a la separación de las sustancias orgánicas, incluidas las disueltas, de las fases operativas específicas, incluyendo en el caso de los excrementos de los animales de los mataderos.
Las cantidades de flujo que deben tratarse antes de la eliminación dependen del tamaño de la planta de producción y de las actividades típicas del operador, vinculadas a la disponibilidad y el coste del suministro de agua.
Los sistemas de Coind permiten mantener bajo control los parámetros químicos y físicos de los fluidos vinculados a las actividades de producción y los relacionados con las aguas residuales, indicando dónde y cuándo intervenir en el contexto de los valores medioambientales exigidos.
La tecnología de ósmosis inversa industrial, por ejemplo, permite optimizar el consumo de agua y ahorrar costes.
Por qué tratar el agua en el sector alimentario
Reducción de la carga bacteriana asociada a las actividades de procesamiento de alimentos
Optimización del consumo de agua con la recuperación del agua tras la depuración
Adecuación de las aguas residuales a los parámetros medioambientales
Normativa del sector
Los parámetros que deben seguirse con respecto a las aguas residuales industriales en este sector se establecen en el Decreto Legislativo 152 de 2006, en particular en el Art. 101, apartados 1 y 2, donde se especifican los límites para la consecución de los objetivos de calidad.
Las principales depuradoras
en el sector alimentario
La rejilla, la nanofiltración, la desinfección y otras plantas de tratamiento de aguas industriales le permiten mantenerse dentro de los valores medioambientales exigidos.
Algunas de ellas intervienen en la separación de sustancias, dejando inalteradas las propiedades del líquido, como es el caso de la potabilización con la Ultrafiltración o la recuperación de agua con la Ósmosis Inversa.
